Un amigo me prestó una guitarra.

De la manera más generosa, un gran amigo me prestó una guitarra y recordé, con sus notas, la armónica melodía de tu voz. Fue ese el instante exacto en el que, luego de un suspiro profundo, tomé la decisión de escribirte esta canción. 
Desde ese momento, aunque no lo creas, decidí volverme compositor. 
Desde ese momento, aunque no lo creas, me haces perder la razón.
Desde ese momento, daría cualquier cosa para ser el dueño de tu amor.
Es por este motivo que hoy quiero cantarte esa canción, arriesgándome a perder tu amistad y con la finalidad de ver si logro ablandarte el corazón.

Sólo te pido que me des un beso. 
Mira que los años van pasando y, a pesar que me estoy volviendo viejo, la llama de mi amor por ti arde con pasión, sin importar si es verano o si las lluvias anuncian que ha llegado el invierno. 
Ya pasó un minuto luego de mi confesión, aún no te tengo y siento que me hago presa del desespero.
Sólo te pido que me des un beso. 
Mira que mi sonrisa brilla con luz propia si por casualidad te encuentro y sería capaz de robarle unos minutos al tiempo para que nuestro primer beso sea eterno.

Tan sólo quisiera un poco de sinceridad, que me digas si no quieres o no puedes o, si por el contrario, tu también sientes la necesidad de estar a mi lado siempre y si es así yo sería el más feliz de que seas la dueña de mi suerte.

Ay, sólo te pido que me des un beso. 
Mira que los años van pasando y, a pesar que me estoy volviendo viejo, la llama de mi amor por ti arde con pasión sin importar si es verano o si las lluvias anuncian que ha llegado el invierno. 
Ya pasó un minuto luego de mi confesión, aún no te tengo y siento que me hago presa del desespero.

Quiero que tengas presente que en sólo un segundo puede ocultarse el imponente sol. Tal vez es por eso que no quiero que te vayas y te lo pido por favor, porque tu sonrisa ilumina mis mañanas. 
No me mires que con esos ojos de indecisión porque siento la llegada fría de la tempestad a mi vida.

Observa que este amor no se detiene pese a las adversidades, es firme siempre como el árbol de roble, es tan grande como el mar y en constante crecimiento como los ríos en época de lluvia

Sólo te pido que me des un beso. 
Mira que mi felicidad es inmensa cuando te veo y me sonríes y sería capaz de robarle al tiempo unos minutos para que te quedes a mi lado por siempre.

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