Distancia.

Tu ausencia me afecta cada noche, sin importar la estación, sin tener en cuenta si hace frío o calor. De veras extraño el abrigo de tu amor.

Te echo de menos con la misma intensidad, sin considerar que te acabes de ir o si llevo sin verte una eternidad. Te extraño en pasado, presente y futuro, cada hora más, y por su puesto cada segundo que no estoy al lado tuyo. 

Le haces falta a mis labios que extrañan tus besos, te echan de menos mis brazos que añoran sentirte, te extrañan mis manos que se mueren de ganas por acariciarte y no sabes cuanta falta le haces a mis pies que quieren como locos caminar a tu lado.

Los días han transcurrido, las horas han llegado recordandome siempre que no estás a mi lado, que estamos muy lejos a pesar de que nos morimos de ganas de estar tomados de la mano. 

No obstante la distancia, mi amor sigue igual, incluso me atrevo a asegurar que ha aumentado más, que los meses han pasado y no han logrado acabar con este amor tan bonito que entre los dos se ha forjado, un amor que nació de la nada, pero que ahora lo abarca todo. 

Es un amor sincero, que no esperé encontrar, un amor en el cual pienso con frecuencia y me hace suspirar, un amor por el cual pido al cielo, un amor que quiero hacer perdurar. 

Estoy seguro que la distancia no podrá separar el cariño de dos corazones que sabrán esperar hasta que llegue el tan anhelado momento en el que no podrán dejarse de amar. 

Hoy brindo por este amor para que perdure como lo ha hecho el sol, para que brille tanto como la luna, para que se multiplique como lo hacen las estrellas en un cielo despejado, para que sea tan puro como las aguas de los manantiales, para que sea tan fuerte como el oro, para que la bendición del cielo nunca los falte, para que siempre estemos juntos sin importar la distancia que no separe.