Mi niña.

Sé que lo quieres, pero por más amor que inunde tu corazón él no lo merece. 
Es evidente que a su lado pierdes tu valioso tiempo porque él no es digno de tener a una princesa como tú.

Jamás olvides que eres la princesa de Asturias de papá y todas las personas tienen que tratarte como tal y aquél que no lo haga no debe estar en el pedestal de tu cariño.
Pero ahí se encuentra ese bárbaro al que llamas novio sin siquiera tener los méritos para ser dueño de tu cariño. 
Por él has conocido los cigarrillos, has consumido algunas sustancias que él ha llevado a tu bello cuerpo, desde que lo conoces, mi bella princesa, tienes varios tatuajes en tu piel angelical, incluso, me han dicho que has posado desnuda y te he escuchado hablar con un vocabulario inusual en tu delicada boca, utilizando unas palabras que no son muy decentes.

Él no es digno, no vale la pena porque mientras mis expectativas para ti llegan al cielo, las de tu cuestionado amante rozan el suelo. 
Me cuesta creer en lo que te ha convertido ese atrevido, pero para mi sigues siendo aquella niña preciosa a la que le cantaba todas las noches una canción para dormir.

Sin embargo, no te juzgo a pesar de tus errores y desaciertos amorosos, no es tu culpa enamorarte de un tipo tan perdido, a veces los hombres nos disfrazamos de lo más conveniente para lograr un cometido. 
Este es un mundo de leones hambrientos, de animales malvados que esperan con ansiedad una presa a la cual cazar y una joven tan bonita e inocente como tú es para ellos alguien muy fácil de atacar.
Y no te critico por el cariño que sientes por ese pervertido, el amor es lo más hermoso y a la vez lo más ilógico, mi muñeca, porque nos venda los ojos, impidiéndonos ver la realidad.

Sólo quiero que sepas que te amo con mi vida, que se me destroza el alma al verte tan desorientada y confundida, pero no puedo permitir que te destruyas a ti misma y con su sangre él aprenderá que nadie toca y mucho menos daña a mi princesa de Asturias. 
Espero que me perdones por la vida que acabo de arrebatar pero esto lo hago porque siempre serás mi niña pequeña y en el calendario de mi profundo amor tu nunca crecerás. 

Sin importar la edad que tengas, mi adorada hija, imperecederamente seré tu protector y tu guardián.

Siempre serás la princesa de papá.

Comentarios

Entradas populares