Estrella de la mañana.

Tu amor es tan hermosamente atento, lleno de sentimientos, me inunda de bellos recuerdos y se ha vuelto como el sol de cada día, mi sonrisa al despertar, mi estrella de la mañana.

Tu querer ha divido en dos todos mis incidentes, me atrae con la mente, me ha transformado, he pasado de ser alguien insensible a una persona que siente con cada luz de mi estrella viviente y con frecuencia logra que me aferre a emociones fervientes. 

A veces quisiera que me dijeras si, en realidad has pintado mi vida al ritmo de tu voz o si has cambiado la manera en la que miro con los ojos del alma, y si es así, átame con el hilo rojo del destino a tu dedo meñique para que nunca me separe de tu amor y confiesame por favor si sientes lo mismo que yo.

Tu ternura me despierta cada uno de mis días con suaves y delicadas caricias mientras que yo trato de recompensar ese cariño con rosas que se regocijan al ver tu sonrisa pero, a decir verdad, no notan la inmensidad del universo en la mirada de los ojos de mi estrella de la mañana, que con su luz me llena de vida.

Es que tu afecto es tan valioso que lo guardo en lo más profundo de mi ser con si se tratara de mi alma misma y nunca lloro para que no se entristezca la mujer que más quiero en esta vida.

Muero por ser aquel sol que te ilumine cuando no puedas encender tu luz por el resto de mi vida o hasta que gustes, pero con tu brillo lo irradias todo, es inmarcesible y jamás opaca lo dulce que eres tú. 

Por eso y por muchas razones más quisiera estar siempre a tu lado, mi hermosa dadora de luz, mi linda claridad de cada despertar, mi bella estrella de cada mañana.