Engaños.

Creíste que me habías engañado, ¿cierto?

Fue muy despiadada la manera en la cual mentiste mientras me mirabas a los ojos, pero pude ver a través de la neblina falaz que habías esparcido por todo el lugar, pude ver con claridad la magnitud de tus mentiras.

No obstante, no fue fácil llegar ahí porque con cada paso que dí sentía como la decepción me embargaba, sin embargo, supuse que desde el principio tu plan era engañarme como a un tonto. 

Pero no habías notado que yo lo sabía incluso antes de que lo hicieras. Nunca te tomé en serio pero siempre fuiste mi entretenimiento favorito porque con cada mirada reía contigo. Incluso olvidé en un par de ocasiones que tu verdadera intención era mentirme, pero no contabas con que ya he jugado este juego varias veces y conozco sus reglas a la perfección.

Podría decir que te tomé algo de afecto, pero quisiera decirte un par de cosas: Supe que traías malas intenciones desde que te vi venir. Por eso, nunca fui afectuoso cuando lo eras conmigo, tampoco sentía pasión cuando te besaba y esa es la razón principal por la cual no me encontrabas cuando más me necesitabas.

Para ser sincero, pensé que eras más lista, realmente me siento avergonzado de ti. 

No pudiste mantener tu engaño ni siquiera el primer momento, porque nadie deja de amar a los pocos días y a pesar que dices quererme siento que tus sentimientos ya no son suficientes para mi. Aunque, si lo pienso bien, nunca fueron lo que esperaba de ti, pero francamente desde que supe lo que querías, no esperé nada de ti.

Sé que es difícil de creer, pero hay que enfrentarlo, ya nadie está participando de tus juegos y debo admitirlo, sé reconocer el amor falso cuando lo veo, tal como el tuyo lo era.

Confieso que te tomé algo de cariño, es la verdad, aunque me duele reconocerlo estaba preparado para jugar tu juego de mentiras pero nunca conté con que podía quererte a pesar de tus engaños y no sabes cuánto me duele ver esas lagrimas correr por tus mejillas.