Bello clavel.

Sugiero que detalles con atención a la persona que se encuentra escribiendo tus letras ya que no utiliza el mismo lápiz que te describió tan bien, pero que hoy ya no puedes ver. 

Además, pon todo tu interés en la voz que lee todas las palabras que se han escrito, aunque ya no escuchas como llamaba a tu puerta diciendo que te amaba con fervor, pese a que aún se encuentra contigo en tus sueños mientras duermes, a pesar de que ya no dice las mismas palabras que con ilusión adorabas.

He hecho muchas promesas que con frecuencia faltan a la verdad, que ni siquiera me he esforzado por cumplir, me la paso mintiendo la mayor parte del tiempo, he hecho daño igual que tú, he obsequiado muchas sonrisas, he dado luz, he obscurecido, de manera fría, corazones empedernidos llenos de cariño. Sin embargo, siempre he intentado iluminar a quienes lo necesitan sin importar que mi destino resida en un rincón donde no hay resplandor. He sonreído también, a pesar de que en mi interior tengo roto el corazón, también me he dejado llevar por el plano superficial inducido por la pasión, pero aún con todos mis errores jamás permití que muriera nuestro amor.

Al final, sin importar mis esfuerzos, murió aquél afecto, tal vez marchitado por las malas historias que ambos hemos escrito. Al igual que tú, también tengo sobre mis hombros un pasado en el que no hay luz debido a que el cielo se oscureció al tornarse pardo y nublado. 

Desde entonces, no te veo irradiando tu sonrisa como antes solías. No obstante, aún tengo conmigo el aroma de tu piel, ese olor a mujer que despertaba todos mis sentidos.

Sin embargo, con el cielo aún anubarrado y la brisa corriendo tu olor se ha dispersado mientras de a poco me voy envejeciendo aunque tu rostro angelical siempre se mantendrá en la primera foto que nos tomamos.

Hoy te has ido y no sé si encontraré en mi camino a alguien que llene tu lugar, ese lugar tan especial al que iba cuando no quería estar con nadie más. 

No obstante, sin importar que parece que te has ido para no volver jamás yo te sigo esperando sabiendo que tanto sufrimiento un día me va a matar. Pero si algún día eso pasa y mi cuerpo fallece, le pediré al cielo que deje volar a mi alma lejos para que vaya al más allá y que llegue donde el creador para pedirle que me permita protegerte aún después de morir.

En todos mis días de vida jamás había visto morir a una flor y hoy que he visto como sucede se me destroza el alma al saber que descuidé el más hermoso amor que he tenido, que se encontraba contenido en una hermosa violeta de mil colores que irradiaba a mi energía con sus amores entretanto con mis manos marchitaba ese bello clavel que con su sonrisa innumerables alegrías me obsequió y que tenía el único color que no creo ver nunca más: el amor.