Tú sonrisa.

Aún me sorprende la manera en la cual me enamoraste, la forma en la que toda mi vida llenaste con tu sonrisa.
Yo era un hombre infeliz, pero cuando te conocí cambiaste mi mundo con tu sonrisa, llenaste mi vida con tu amor y me hiciste amar como nunca he amado en la vida. 
Desde ese día prometí ser leal a tu amor, ser feliz con tus ojos y vivir para admirar tu sonrisa porque te quiero, porque te adoro.
Fue impresionante sentirse en el cielo con tus besos, sentirse dueño de toda la tierra al lado de la mujer más bella, sentirse agradecido con Dios por haberme regalado a la mejor del mundo.

Es la verdad y no dejo de soñar con ser el dueño de todos tus besos por el resto de mi vida, de que tu corazón sea sólo para mi, para llenarlo de amor cada día, para ser feliz con tu sonrisa.
Porque pienso en tu amor cuando estás lejos, respiro tu amor cuando te tengo cerca y siento que mi alma se llena de alegría cuando tus ojos me miran y tu sonrisa me ilumina. 
Es que no imagino mi vida sin la luz de tu sonrisa, sin el brillo de tus ojos, sin la magia de tu risa porque ya le he pedido el favor a Dios de que escriba todos mis días en compañía de tu dulzura y él me dicho que sí, que sería feliz si nosotros también somos felices con nuestro amor.
Él sabe que no existen limites en mi mente cuando se trata de ti, no hay una montaña que no escalaría ni una nube en el cielo a la que no llegaría si tu estás ahí porque cuando se trata de ti no escatimo esfuerzos ni me cohíbo de hacer lo que sea necesario para verte feliz, para verte sonreír, porque tu sonrisa para mi vale más que el oro, vale más que todas las riquezas del mundo.

Hoy puedo decir que los sueños se cumplen, pero nunca podría describir la felicidad que se siente cumplirlos porque jamás podría describir la felicidad que siento cuando estoy a tu lado y debo agradecerle eternamente a Dios por unir nuestros caminos y nuestras vidas.

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