Fue entonces...

He viajado en el tiempo a través de una puerta que se encuentra en mi mente y me lleva a todos mis recuerdos.
Eran una hermosa tarde de marzo, te disponías a leer tu libro favorito, a tomar tu café matutino y cuando te vi tan hermosa y natural leyendo jamás imaginé que serías la mujer a la cual amaría por toda mi vida. 

Desde entonces no dejado de cuidarte, de velar porque tu sueños sean placenteros y es que en cuanto te vi supe que pertenecía a tu lado sin discusión.
Dicen que las estrellas más fugaces que existen somos los seres humanos por lo efímero de nuestros sentimientos, pero una vez nació el amor que siento por ti entendí que quería que cada uno de los días de mi vida estuviesen llenos de tu sonrisa.

Pero yo no buscaba amor, no quería saber de aquél sentimiento que tanto dolor me causó, no estaba en mis planes tener que pasar por ese laberinto al que se llega cuando se está enamorado. Honestamente no buscaba nada pero sonreíste y fue entonces cuando te convertiste en el sueño que tengo todas las noches y en la realidad de todos mis días.

Y es que quisiera detener el tiempo y recrear varias veces nuestros momentos felices, la primera vez que te hice sonreír, nuestro primer beso y el día en que nos hicimos novios, son ocasiones que no salen de mi mente, pero recuerdo que cada día a tu lado es inolvidable para mi corazón y es en ese momento en el que entiendo que nuestro amor es el mismo desde el primer día de nuestra relación y que tu sonrisa me encanta tanto como cuando me enamoró.

Hoy he regresado del pasado a través de una puerta que se encuentra en mi mente y me lleva a todos mis recuerdos.
Es una hermosa tarde de marzo, te encontré leyendo tu libro favorito y me quedé mirándote por horas mientras estás leyendo y no notas que te aprecio con detalle y fue entonces cuando descubrí que tu hermoso rostro desvela más que el café tomas mientras lees porque no termino de entender que la mujer más preciosa del mundo sea mi novia.

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