Triste corazón.

¿Que te ha pasado? Luces triste... No pareces contagiado con la emoción que trae la navidad.

Me da mucha lástima que sufras por las decepciones amorosas, me llena de pena que llores y te humilles ante la tristeza, pero han sido tus propias acciones las responsables de tus pesares, hoy que estás acabado y decepcionado deberías reflexionar sobre tu actuar.

Creías ser el rey de todo el mundo, incapaz de perdonar, tu conducta era cruel, despiadada, de todo te reías, pero implorando cariño parece que no fuiste el culpable de romper y maltratar a todos aquellos corazones que ahogaste en ultramar.

¿Donde quedó tu orgullo? Has fallado, suplicando por migajas de cariño, por tener a alguien con quien conversar, hasta la buena suerte la espalda te ha dado.

Hoy estás vencido y postrado sin que nadie te tienda una mano, no cuentas con un hombro en el cual llorar, todos te dan la espalda pues con tu arrogancia echaste a los que te guardaban aprecio, en esta fecha tan especial ni siquiera tienes a quien desearle una feliz navidad.

Recorres las calles durante las noches frías implorando cariño sin importar que por lastima sean sobras las que te puedan brindar, ves a tu alrededor un mar de personas perdidas en su propio mundo pero rodeados de sus seres queridos y ninguno de ellos dirige su mirada hacia tu miserable rostro, en las casas las familias se reúnen a compartir el espíritu navideño mientras tú, solo, pierdes el tiempo deambulado buscando amor desperdiciado que la gente tira en su afán.

Solías ganar en todo sin importar por encima de quien debías pasar para tu objetivo lograr, pero hoy la buena suerte de tu lado se ha apartado y en esta navidad solo quedan los recuerdos de tu buena vida y de tu felicidad.

Diría que me alegro de que ahora sufras, que llores y te humilles pero ambos hemos corrido con la misma suerte y yo me encuentro en tu mismo lugar, triste, desdichado y odiando la navidad y aunque hable de ti como si fueses alguien más, he de decir que somos uno mismo, que nuestro llanto es igual.

No obstante quisiera no verte más pero no podría vivir sin ti, bendito corazón.