¡Feliz año nuevo!
Para
empezar, quisiera decir que ha sido un año difícil en todos los aspectos, ha
sido de esos años que ponen a prueba las capacidades, de esos que ponen cara a
cara con las adversidades, de los que hacen fuerte a través de las heridas, de
los que enseñan mediante los tropiezos. Probablemente no logré cumplir la
mayoría de las metas que me propuse realizar durante el transcurso de esta
anualidad, posiblemente tuve más problemas de los habituales, tal vez no viajé
las veces que me hubiese gustado, seguramente mis calificaciones no fueron tan
altas como lo esperaba y quizá no conquisté a la chica que tanto me gusta, pero
ninguno de esos inconvenientes han sido impedimentos para seguir mi camino con
fervor y determinación.
He actuado mal en ocasiones, tal vez mis declives durante este año han sido fruto de mi actuar errado, he sido terco, antisocial en ocasiones, poco sincero, algo arrogante con el ego por el cielo llegando a herir a mis cercanos, pero he de disculparme con aquellos semejantes a los que les he quebrado un par de sonrisas, a ese amigo al cual le he fallado, a esas chicas a las que les he roto el corazón más de una vez, a ese desconocido al cual serví con un gesto desagradable, a esa persona que me conoció por mi arrogancia. A todos ellos les ofrezco una excusa sincera pues en ocasiones me dejé llevar de los pensamientos que no debo y prometo mejorar en las actitudes que este año me hicieron tener comportamientos equivocados.
He
aprendido con el pasar del tiempo que hay que sentir gratitud por la vida, sin
importar que la situación actual no sea la mejor o la deseada, mantener la fe
sin tener en cuenta las adversidades que están porvenir. Por esta razón mi fe se
encuentra depositada en Dios como guía y guarda de mis pasos, pero también en
las personas con la que comparto, personas sin las cuales el libro de mi vida
no podría ni siquiera ser escrito, en mi familia, en mis amigos, en todas las personas
que admiro y aprecio, ya que me atrevería a decir que, en su mayoría, no me han
decepcionado, han traído alegrías, momentos agradables a mi vida y razones por
las cuales yo tampoco les defraudaré.
Mi fe se centra en la alegría que siento
al compartir momentos de mi vida con quienes quiero, en la felicidad que
encuentro al estar cerca de las personas que amo, pero también versa sobre las
buenas vibras, las sensaciones agradables, la tranquilidad que siento al saber
que ninguna de las personas de mi entorno tiene carencias y en esperar con
paciencia las venturas que traerán los años venideros. Mi gratitud por la vida
es caminar, es respirar, entender que cada día es una oportunidad para estar un
poco más cerca de los sueños o metas propuestas, entender que el simple hecho
de abrir los ojos y encontrar bien a todos los que quieres es un motivo de
felicidad.
No
me gusta vivir de añoranzas, de anhelar un pasado que no volverá, de querer evocar
momentos que nunca más sucederán, la corriente del río fluye hacia el mar y
jamás se le ve regresar, el tiempo vuela, las aguas fluyen, el viento sopla, las
aves vuelan de aquí para allá, el café se enfría. A final de cuentas la vida
continua sin remordimientos, sin detenerse a pensar en lo que sentimos y el
pasado se queda entumecido sin tener lugar alguno en el cálido presente.
Es
por esto que prefiero soñar con el futuro y luchar por construirlo, trabajar
por un mejor mañana sin importar las caídas que en días pasados haya sufrido, a
causa de estos mismos tropezones se aprenden las mejores lecciones debido a que
son esas mismas enseñanzas las que encaminan mejor a cumplir las metas propuestas.
De tal suerte que ninguna de mis caídas durante este año que hoy luce acabado
me ha hecho perder mi fe, al contrario, me ha dado motivos para insistir más
cumpliendo así con todos mis objetivos.
Ha
sido un año en que he tenido de todo, tristezas, alegrías, sonrisas, lágrimas,
rabia, serenidad y ansiedad pero eso solo ha sido una fundamento que me llama a
esforzarme más y ser mejor de lo que soy pues comienza un nuevo año y con él
365 oportunidades para llegar a donde quiero estar. Tal vez no fue mi mejor año, pero lucharé para que este año nuevo y todos
los años próximos estén llenos de tranquilidad, felicidad y
bendiciones. Asimismo brindo para que el 2018 sea un año increíblemente bueno.
Les
deseo un próspero año nuevo y mucha felicidad para los años venideros.
¡Feliz año nuevo 2018!
Hernán Castillo Madrid
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