Bailando.

En aquella ocasión salí de mi casa sin un rumbo, pero con el objetivo de divertirme con mis amigos, salí muy tarde ya casi no habían personas por la calle y el frío de la noche se hacía notar con vigor. 

Un amigo me llamó y me comentó que estabas en un lugar al cual no dudé en llegar a pesar de que había salido sin la intención de buscarte ni la emoción de verte.

Ahí estabas tu, más hermosa de lo que esperaba encontrarte y tan radiante que atraías todas las miradas. Al verte la emoción me invadió de una forma loca e incontrolable, traté de contenerme pero mi sonrisa no se ocultaba porque quedó encantada con tu reír y mis ojos permanecían inquietos pues no paraban de apreciarte. Lucías tan hermosa que tenías la atención de todos los que se encontraban cerca, todos querían bailar contigo, incluyéndome. 

Yo debía hacerlo, no podía irme de ahí sin bailar por lo menos una canción con la chica más linda de la noche y efectivamente le hice caso a ese impulso de mi cuerpo que pedía a gritos ver como tu sonrisa le bailaba a la alegría que mi corazón sentía por estar contigo en ese momento.

Quería parecer muy seguro y decidido y aunque lo estaba mis manos sudaban, mis piernas temblaban y mi corazón jamás había latido tan rápido.

En ese instante mi mente no concebía la magnitud del momento, me encontraba bailando con una chica realmente hermosa, siendo embelesado por sus encantos, acariciando su piel tan suave, perdiéndome en su mirada mientras una perfecta conexión nos unía, mientras la música sonaba solo para nosotros, mientras que lo demás dejó de importarme para centrarme solo en ella.

Hacía tiempo que en mi corazón no se encontraban tantas sensaciones, fue hace mucho que el baile dejó de ser una emoción tan profunda para mi y solo tu lograste extasiar mis sentidos con tan solo mover tu figura al ritmo de la música.

Aquella noche salí de mi casa buscando algo de diversión, olvidarme por un rato de los problemas, pero logré algo mucho más grande que mis planes pues bailé con la chica más linda de la noche y ahora también de mi corazón, que bailando cautivó.