La más preciosa.

No me he cansado de apreciarte desde la distancia, con frecuencia me pierdo en tu belleza mientras la detallo con mesura. Eres una obra de arte para mis ojos que solo desean verte tan a menudo como les sea permitido, se deleitan con tan solo verte pasar mientras caminas de la manera tan elegante en la cual lo sabes hacer y es en ese momento cuando esbozo una leve sonrisa al reafirmar cada día que eres la mujer más preciosa que jamás he admirado.  

No hay manera de describir la profundidad de tu mirada, lo envolvente de tu sonrisa, ni lo amplio de la inspiración que transmites en mi cuando estas cerca. No hay palabras que describan tu belleza, ni lo mucho que me interesas pues vivo enamorado de tus ojos y de tu sonrisa, que es la más linda, de la cual muero por ser su motivo y que no me canso de ver con el pasar de los días.

Quisiera compartir más tiempo a tu lado y conocer tus deseos, tus anhelos, los recuerdos de tu pasado, mostrarte el cariño que tengo para darte y las sonrisas que quiero sacarte, leer a tu lado libros de romance o conversar hasta tarde al punto de desvelarse. Quiero perder el sueño conociendo tus sueños, alagarte en tus triunfos y acompañarte en los pesares, ser ese compinche en tus deseos que te apoye en todo, ese guía que no te deje apartar de tu camino hacia tus metas, ese ángel que te proteja y te cuide. 

Ese es mi sueño y aunque no lo creas le imploro al cielo cada mañana para que me conceda algún día hacerlo realidad. 

Es fascinante detallar las obras del creador pues son loables sus creaciones, basta con tan solo mirar hacia nuestro alrededor para darnos cuenta de que un ser superior hizo alguna vez todo lo que hoy conocemos, pero para mis ojos basta con apreciar tu sonrisa para comprobar la existencia de este ser omnipotente, pues solo Dios puede hacer la sonrisa más preciosa de toda la creación.