Confesiones.

He de confesarte que llevo un tiempo idealizandote, todas los días buscándote para de lejos apreciarte, pero no sé, no encuentro la forma correcta para acércame y declararte los sentimientos que en mi corazón por ti yacen.

Ha resultado difícil para mi expresarte lo que siento, soy algo tímido, como verás, pero está vez te lo diré.

Siento que de tanto verte ya me he enamorado, la verdad es que tu me gustas demasiado. No sales de mi mente indulgente que constantemente expresa sus deseos de tenerte de frente y decirte esto que tanto trabajo me había costado manifestarte. 

Desde que te vi no he dejado de pensarte, me has flechado al punto de cada noche soñarte, has encantado a mi corazón con tu sonrisa.

También he de confesar, sin ánimos de sonar arrogante, que mis actividades literarias son objeto de estudio de personas que tienen buen gusto para la lectura, todos concuerdan al decir que mis versos son lo más maravilloso que le pudo pasar a mi obra, pero lo que ellos desconocen es que tu eres la inspiración que me ha llevado a confeccionar mis versos y que lo más maravilloso que le pudo pasar a mi obra eres tú.

Sirven de testigos para probar lo que dije todas las cartas que te he hecho y los poemas de amor que te he escrito, no me dejarán mentir las loas que con dedicación he elaborado para ti y aunque no hay palabras para describir lo que me enamora de su merced, son fieles a la verdad, sin alejarse de la realidad las expresiones de amor que en mis versos escribo pensando en tu hermosa sonrisa. 

Debo confesarte que antes de conocerte no creía en el amor a primera vista, pensaba que eran fantasías, ilusiones que vendían las películas románticas, pero desde que te vi olvide mi ateísmo acerca del amor a primeras, viéndome así en la obligación de realizar miles de planes para tratar de, por lo menos, llamar la atención de tus preciosos ojos. Lo he intentado constantemente sin tener éxito, pero soy testarudo como el niño al que niegan un balón y no descansaré hasta ser el motivo de tu linda sonrisa pues mi mayor anhelo es que me quieras tanto como yo te quiero.

La razón por la cual te lo he confesado es que me he cansado de pensarte, ya estoy aburrido de todas las noches idealizarte, quiero familiarizarme con cada uno de tus detalles, quiero hacerte tan feliz que olvides de tu mente los pesares, quiero que sepas, y que nunca lo olvides, que lo más maravilloso que me ha sucedido fue conocerte.