Persiguiendo tu recuerdo.

Llevo años detrás de tu recuerdo, recorriendo los lugares en los cuales alguna vez caminó nuestro amor, he seguido todos los rastros o algunos indicios que puedan dar respuestas a mis incógnitas o por lo menos alguien que me explique la razón por la cual todo entre tu y yo terminó. 

Ha de haber pasado mucho tiempo ya, pues en mi mente los recuerdos parecen muy lejanos, al punto de casi desvanecer. 

Cuanto tiempo habrá pasado desde que he estado persiguiéndote...

Ha de haber sido hace varios años que te vi por última vez en aquél lugar donde solíamos hundirnos en la profundidad de la pasión que emanaba de nuestros cuerpos. Desde ese día la pena no me permite ver hacia ese lugar, dejando así a mi corazón muy por detrás de querer soñar.

No hace mucho tuve un sueño en el cual parecías ser la misma de cuando todo era bonito entre nosotros, pero paulatinamente la cruda realidad me llamaba a una vida en la cual no estabas. 

Desde ese día atravieso en sueños los enormes pastizales de los llanos orientales, las frías montañas del norte, el inmenso desierto y las bastas selvas amazónicas corriendo tras tu inalcanzable recuerdo pero nunca he tenido el aliento suficiente para lograr tan siquiera aproximarme un poco a ti para decirte lo mucho que aún te amo y que mi frágil alma pronuncia con una voz entrecortada por el llano las palabras que te enamoraron hace varios años.

A diario me maldigo por esforzarme tanto por tratar seguir tus pasos y nunca haberte alcanzado.

Si la última vez que te vi fue en un sueño y jamás podré verte de nuevo ni mucho menos recuperarte, entonces, ¿cómo puedo deshacerme de estos sentimientos que me producen insomnio por las noches y me hacen llorar desconsoladamente? 

Por alguna extraña razón todavía sigo anhelando bajo la lluvia de mis lagrimas que el destino me conceda la oportunidad de acariciar tu precioso rostro, que todo vuelva a ser como aquél día en el que nos enamoramos. 

Consumo todo mi tiempo lamentando con un dolor ardiente el vacío que me dejó tu partida y siempre le reprocho a la vida el hecho de tenerme en este insípido mundo sin tu amor.