Una gran distancia.

Nunca imaginé que después de ser tan unidos, de vivir tantas historias, de querernos tanto, hoy habría una gran distancia que nos separa cada vez más, que aleja a dos corazones que en algún momentos desearon latir juntos y aunque ocasionalmente nos encontramos por la calle y nos saludamos simulando que todo esta bien y aparentado que no sucedió nada entre nosotros, en el fondo sabemos que nunca volveremos a vivir esos momentos inolvidables que compartimos. 

Mi alma lee con lagrimas en sus ojos una historia que nunca pude escribir a su lado y anhela que todo volviera a ser como lo era en el pasado.

Tantos abrazos, tantos besos, tantas sonrisas, tantas fotos, cuanta felicidad y hoy tan solo puedo contemplar su belleza desde lejos, tratando de aguantar el deseo involuntario que siente mi cuerpo por acariciar su hermosa piel.

Las noches son un infierno cuando no la veo, los días se hacen eternos cuando no le hablo y aunque con mis amigos me río y trato de aparentar que todo esta bien, cuando estoy solo mi suspiro se entre corta a causa de mi llanto y la noche también llora como si compartiera mi tristeza.

En el ambiente hay un silencio que poco a poco destroza en pedazos mi alma, un aire frío que me hace sentirme aún más solo de lo que ya estoy y un vacío profundo en mi pecho que no llena nada.

Debería reclamarle a la suerte pues mi camino siempre ha estado lleno de tristezas pero mi mayor tristeza es que ella no este a mi lado.

No puedo seguir con una mascara que oculta la tristeza que en realidad tiene mi rostro, no hay palabras que describan lo miserable que me siento al tenerlo todo pero a la vez careciendo del amor de la mujer que amo.

Quizás ella sonríe en otros brazos mientras yo sueño todas las noches con tocar su piel. 

Tal vez ella este soltera disfrutando con sus amigas mientras yo despierto en una cama donde el frío de la noche es mi única compañía. 

Probablemente ella no recuerde nada de lo que sucedió entre nosotros mientras yo no dejo de pensar en la belleza de su sonrisa.

No sé porqué la dejé partir sintiendo tanto amor, no encontré las palabras para decirle lo mucho que la amaba y hoy me arrepiento de no haberle expresado todo mi cariño y, a pesar de que corro con todas mis fueras tratando de alcanzarla nunca he podido estar tan cerca de ella como para confesarle todo mi amor, lo único que me hace saber la dirección a la cual se dirige son las huellas que deja mientra avanza en su camino y las huellas que dejó en mi vida.

La extraño pero hoy solo puedo verla de lejos, la amo pero hoy ya no puedo hablarle de mis sentimientos, deseo estar junto a ella pero ya es muy tarde pues cada uno tomó un avión que nos conduce hacia destinos diferentes aunque mi sueño es recorrer el mundo sosteniendo su mano por el resto de mis días.