Pueblo viejo.

Han pasado varios años desde la última vez que te vi por aquí, ambos tomamos caminos distintos y nos fuimos a ciudades diferentes del país labrando nuestro futuro, pero después de tanto tiempo fuera del pueblo hoy hemos regresado y luces tan hermosa como siempre.
Debo reconocer que sigo tan enamorado de ti como cuando eramos niños.

Por la mañanas desperté en muchas ocasiones con ganas enormes de besarte pero al darme la vuelta encontraba la cama vacía y mis sueños contigo se esparcían en el aire lentamente, estabas realmente lejos de mi, tan lejos como las estrellas, tan lejos que sentía que jamás volvería a verte, pero ver la luna me reconfortaba y sabía que en alguna parte del mundo, con algo de suerte, estarías viendo la misma luna que yo. 
Eso me alimentaba mi ilusión y siempre mantuvo viva la llama de mi amor haciendo que te escribiera millones de cartas.

Hoy estás aquí, frente a mi, no pude resistir las ganas tan inmensas que sentía por abrazarte y sentir tu piel, verte en el sitio donde una vez te pedí que fueras mi novia reconforta mi espíritu y me hace creer ciegamente que el tiempo no pasa para nuestro amor, que me gustas tanto como me gustabas la primera vez que te vi, que tus besos son tan dulces como la primera vez que te besé y que tus abrazos son tan cálidos y amorosos como la primera vez que te abracé. 
Verte a los ojos me da la convicción de que el tiempo pasa rápido pero nuestro amor sigue intacto y que mi corazón no sabe lo que son las semanas, los meses, los años, solo sabe que te ama únicamente a ti.

Recuerdo todo lo que pasó entre nosotros en este pueblo viejo y todas esas memorias me dan la seguridad de creer que eres el amor de mi vida.

Es curioso como nada cambia en este pueblo, este lugar se conserva de una manera increíble, las mismas casas, las mismas personas y así es mi amor por ti, el mismo, no cambia y se mantiene en el tiempo.

Puedes estar segura que mi amor seguirá hasta el fin de mis días y que he de adorarte por muchos siglos más. 
Nuestra relación afectiva no sabe de limites y trasciende más allá de las leyes que el hombre ha creado para entender las cosas, pero los únicos que entendemos este amor tan inmenso somos tu y yo.  

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