El cumpleaños más especial.

Tengo presente la importancia del día de hoy desde que desperté por la mañana.
Es un día relevante porque hoy es el cumpleaños de la madre de mi vida, hoy hace algunos años atrás nació la mujer que me tuvo en su vientre por meses y su amor por mi no sabe de limites, de fronteras u obstáculos.  

Muchas veces te lo he dicho en tu cara: Te admiro mucho.
Eres mi motivación, mi orgullo, mi asesora, mi guía, mi luz, mi máxima autoridad, mi alivio y todo lo que soy es gracias a ti.
Debo agradecerte por la persona que hoy en día soy, por la persona que quiero ser en el futuro y por todas las veces que has estado conmigo, para apoyarme cuando lo necesito, para corregirme cuando es menester, por acompañarme a llegar a todos los lugares a los que sin ti jamás habría llegado.
Nunca tendré como pagarte todo lo que has hecho por mi, tus sacrificios, tu dedicación, todo lo que hiciste encaminado a que siempre en mi rostro estuviese una sonrisa. 
Hoy en día lo tengo todo y absolutamente nada me falta gracias a mis padres pero de una manera muy amorosa y especial a ti.

Sé soy el primer pensamiento que viene cada día a tu mente al despertar, también sé que soy tu mayor motivación así como tu eres para mi tan indispensable como la luz del sol. 
Te esfuerzas mucho cada día para que yo sea lo que quiera ser y pueda hacer mis sueños realidad, a ti es la única a la que debo dar cuentas y la razón por la cual me he propuesto ser más fuerte que el destino, tan sabio como un libro, tan agradable como el primer trago de café por la mañana pero sobre todo tan buena persona como tu lo eres.

Me has enseñado que a veces perder es ganar y que hay ocasiones en las que se gana pero también se pierde, que debo levantarme muchas más veces que las que me caiga, que siempre hay batallas por ganar y aprendiendo de tus enseñanzas me he dado cuenta que no hay una heroína tan grande como tu, que madrugas a ayudarme a perseguir mis sueños, que te acuestas tarde esperándome y que duermes satisfecha cuando vengo victorioso a casa. 
Eres mi mayor maestra, consejera y guía.

Tengo que disculparme por las veces que he actuado mal, por las veces en las que te he hecho sentir mal, por las veces en las que he pecado entristeciendo a la persona que me regala tantas sonrisa, soy humano, por esta razón tiendo a equivocarme. 
Lamento mucho las malas acciones que he tenido para contigo, una mujer intachable y tan excelente madre.

Solo me resta decir que deseo que tengas un feliz cumpleaños, que anhelo que puedas cumplir muchos más y que le pido mucho a Dios para que podamos compartir muchísimos más momentos felices. 
Gracias por todo lo que has hecho por mi.
Te amo.

¡Felicidades madre de mi vida!

Para: Rosa María Madrid Cordero.

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