Aquí te estaré esperando.

Había pensado en escribirte todo lo que te voy a decir a continuación en una carta pero no quería parecer alguien enchapado a la antigua, luego pensé en decírtelo de frente para ser más emocionante pero no me gustó la idea de que por la emotividad del momento se derramara alguna lagrima. Así que al final decidí hacerte un pequeño escrito donde consigné todo lo que me quiero decirte. 

Me gustaría comenzar diciendo que quizás no estuvimos mucho tiempo juntos pero el tiempo que compartimos fue suficiente para encariñarme contigo y sentirte cerca a pesar de que a partir de hoy estarás un poco lejos. Es difícil no tomarle cariño a alguien tan cálida y risueña como tú, alguien tan especial. Te haces querer. 

Me quedaré con esas conversaciones hasta tarde, con todas las risas y sobre todo los buenos momentos que pasamos. Tal vez este siendo algo dramático pero solo estoy algo triste por saber que tomarás un avión que te llevará lejos, aunque me alegra la idea de saber que es por tu bienestar y que cuando regreses lo harás feliz contándome lo bien que para entonces te habrá ido.
Sin embargo, debo confesar que me harás falta, echaré de menos buscarte para dar un paseo o comer algo. Solo deseo que el tiempo pase rápido para compartir de nuevo momentos tan gratos con nuestros amigos.  

Si me lo permites a partir de ahora me gustaría ser tu amigo más cercano, ser aquella persona donde puedas encontrar un refugio, una reconfortante sonrisa acompañada de un fuerte abrazo, un consejo centrado y una caricia que te levantará el ánimo. Estaría encantado de ser una persona con la que siempre puedas contar.

No tienes que agradecerme nada de lo que hice por ti, porque lo mereces. Eres una luchadora, una mujer muy especial y hermosa. No exageramos cuando decimos que vales oro pero a la vez mentimos porque realmente tu valor es incalculable económicamente. Eres muy importante. Simplemente tu forma de ser es genial y única. 
Al contrario, quien debe agradecerte soy yo, gracias por ser mi amiga, por confiar en mi, por ese abrazo tan cariñoso, por esas sonrisas que me obsequiaste, por dejarme ser tu amigo. Estoy muy agradecido con el destino por haberte puesto en mi camino. 

Deseo que tengas un buen viaje y que te vaya muy bien en todo lo que emprendas, estoy seguro de que así será. Deja todo en manos de Dios y verás lo bien que te irá.

Usualmente las personas piden que les traigan algo cuando alguien se va de viaje y yo no seré la excepción: Tráeme por favor una sonrisa muy grande y tu felicidad tan característica.

Aquí te estaré esperando con los brazos abiertos para cuando regreses. No tardes tanto.

Te quiero, linda. 

Comentarios

Entradas populares