La profundidad del océano.

He sido arrojado a un mar lleno de dudas, vacíos e incertidumbre, poco a poco me voy sumergiendo sabiendo que probablemente puedo llegar a lo profundo de este asfixiante océano. 
Ya casi pierdo el conocimiento y veo como lentamente el horizonte se va alejando de mi, ya no puedo distinguir la luz y la belleza de un día tan radiante. 

A mi alrededor hay una multitud sofocante que camina sin rumbo, sin un motivo, solo viviendo la vida esperando que llegue a su final, todos lucen tan vacíos, tan despreocupados, tan infelices, pero, ¿cómo terminé en este lugar? ¿desde cuando me hice uno con todas estas personas? 
Debo estar delirando, yo no soy como ellos, además, no hay nadie aquí, aunque, puede que me haya vuelto tan vació como ellos debido a la cantidad de tiempo que llevo aquí y también puede que no esté solo, quizás por ahí han de estar los sueños, ilusiones y vivencias que en algún momento de mi vida tuve, pero es imposible ya que hoy no existen más. 

Hay un dolor  profundo en mi pecho, pero a pesar de esa dolencia trataré de seguir con la mirada fija hacia delante aunque no pueda hacer nada para avanzar y salir de este mar.
Por más que mis enemigos me intentan lastimar, me aferro con fuerza a la luz aunque es débil, pero me hace sentir vivo e igualmente mantiene vivas mis ganas de algún día volver a la superficie, pero cada vez me hundo más, estoy llegando muy lejos y quiero respirar, no soporto más estando aquí, solo y muy probablemente olvidado por todos, es tan sofocante estar atrapado en este lugar. 
Lo único que puedo hacer es observar la oscuridad que me rodea y escuchar los latidos de mi corazón que me hacen recordar que sigo estoy vivo.

Aún tengo una vaga idea de como llegué aquí, pero no es suficiente como para decirme como puedo irme de aquí.

Me parece estar escuchando las campanas del cielo llamándome a la cita sagrada con Dios y mientras mis ojos lentamente se cierran recuerdo lo hermosas y seductoras que eran las estrellas, sobre todo la constelación del cisne que siempre sobresalía con mucho brillo a pesar de que la densidad de la oscuridad siempre quiso opacarla. 
Quisiera ser como ese grupo de estrellas y no dejarme hundir por la profundad de las aguas pero mis fuerzas se han ido y junto a ellas mis esperanzas, es como si tuviese un ancla muy pesada adherida a mi que me arrastra al fondo del océano. Solo puedo hacer una pequeña oración para que me alcance el aliento para decirle cuanto la quise.

Quiero respirar, en verdad duele tanto estar aquí. 
Si tan solo pudiera ver un poco de luz y sentir algo de felicidad estoy seguro que ya no me hundiría más, pero en estos momentos es imposible debido a que las lagrimas de mis sufrimientos se han desvanecido, haciéndose un solo cuerpo de agua junto al mar.

Comentarios

Entradas populares