Hoy lo que quiero eres tú.

Hay una mujer que me encanta, tiene todo lo que me gusta y cada uno de sus gestos maravillan a mis ojos aumentando más el gusto que tengo por ella, esa chica eres tu, la dueña de mis pensamientos y responsable de los insomnios que he tenido las últimas noches. Hoy estás aquí y no pienso dejarte ir sin antes satisfacer el deseo que tengo por ti. No escaparás en esta ocasión. 

Sé que me deseas porque algo en mi quiere exactamente lo mismo que tú. 

No te dejaré ir de la habitación sin antes comerte a besos, no te dejaré pronunciar ni una sola palabras porque todos tus pensamientos me pertenecerán esta noche. 

Eres tan bella, si tuviera esposa seguro serías tú, sé que quieres lo mismo pero no está entre tus planes arriesgarte, tienes miedo de que lastime tus sentimientos, definitivamente le has prestado demasiada atención a lo que te dicen de mi, pero a pesar de todas las malas opiniones que te han dado sigues aquí, dispuesta a hacer de todo. 

Me encanta la inocencia contenida en tus preciosos ojos color cielo pero no quiero alagarte más, en este momento sólo quiero apagar la luz y dejar que tu voz me guíe al punto exacto al cual quiero llegar.

He estado en muchas relaciones, conocido mujeres de diferentes nacionalidades y ninguna de las relaciones que he tenido me llena como la que tengo contigo ni todas aquellas chicas me atraen tanto como lo haces tú. 

Sé que has escuchado que he tenido fama de mujeriego, de una persona superficial y de alguien que no se fija en los sentimientos pero quiero que olvides todos estos comentarios hasta que el sol nos salude con su luz, todo lo que quiero esta noche eres tú, quiero olvidarme del mundo contigo, no quiero que nada nos interrumpa. 

Me olvidaría de mi amada soltería si eso implica estar siempre contigo y que tu boca sea mía para la eternidad. 
Deseo todos los días esos besos tuyos que me dan ganas de amanecer contigo todas las mañanas.
Quiero tener la mejor vista cuando me despierte fascinado por la experiencia de la noche anterior y contemplar el mar a través de tu perfecta silueta.

Antes de empezar a contemplar como tu cuerpo y el mío se unen quisiera decir que estoy seguro de que ni siquiera el vino gallego más delicioso es tan exquisito como tu cuerpo.