Sentimientos ajenos.

Siempre piensas en otra persona, es él por quien tanto sufres, el causante de tantas lagrimas que humedecen tu almohada, el culpable de que unos ojos tan hermosos tengan un leve color rojo en virtud de un fuerte llanto que te invade acompañado de una gran tristeza.
Pasas por mi lado con la cabeza baja y un inmenso dolor en tu corazón, soñando con un chico que te ha olvidado, que vive su vida, no piensa cambiar, prefiere ir en busca de nuevas aventuras a tener una duquesa como tú a su lado. 
Nunca piensas en ti, andas por la vida añorando el pasado, creyendo de manera errónea que es allí donde esta tu felicidad.

Mientras tu estás llena de sentimientos tristes, me encuentro aquí, en la mesa donde una vez conversamos, cansado de verte todos los días ahogada en la melancolía, aunque hay días en los que pienso que ni siquiera divago en tu mente, pues toda tu atención ya tiene dueño. 

No aguanto más observando en la distancia como las lagrimas de una diosa son tan despreciadas como si se tratase de algo que no tiene valor, como si fueran poca cosa, como si fuera una hoja marchitada por el otoño de la indiferencia de alguien que no valora los sentimientos más puros que una mujer puede ofrecer.

Quisiera en este instante robarte un beso, poco a poco recorrer tu hermoso cuerpo y por un momento hacer que seas feliz, hacer que simplemente el tiempo se detenga, para así borrar de tu memoria todos aquellos lúgubres recuerdos. 
Deseo mostrarte un mundo nuevo, donde solo existamos tu y yo, demostrándote que no todos los hombres somos iguales, algunos sabemos amar.

Los humanos desperdiciamos el tiempo buscando tener más de lo que ya poseemos, tal vez, esta sea la razón por la cual no eres correspondida, pero yo solamente te quiero a ti, no necesito nada más para ser feliz.

Comentarios

Entradas populares