Para ser feliz.

He estado leyendo libros de romance, de amores que duran toda la eternidad, amores que han esperado toda la vida y sentimientos que van más allá del tiempo.

Hablo del amor incanzable de aquellos príncipes protagonistas de cuentos de los hermanos Grimm, del fuerte amor que sintió Marco Antonio por Cleopatra y del amor puro y verdadero de Spider Man y Mary Jane. 

Leo estos libros y creo que nunca podré tener un amor tan lindo como el que todos ellos tuvieron en sus respectivas historias. No soy un príncipe ficticio, tampoco tengo un imperio que ocupe territorios en tres continentes para ofrecer, mucho menos soy un superhéroe con poderes fuera de lo humano.

Solo tengo para ofrecer un amor puro y verdadero que sacará siempre lo mejor de mi vida para brindar, un par de brazos desnudos que muy fuerte saben abrazar y un compromiso tan fuerte que valdrá mucho más que cualquier anillo que en las joyerías puedas encontrar. 

Tampoco pido mucho, solo quiero alguien que mire las estrellas en el cielo y a pesar de que no tengamos nada sienta que lo tiene todo, alguien que viaje por el mundo conmigo en la bicicleta más barata o en el avión más costoso y lujoso que pueda existir.

No estoy buscando una hermosa princesa española, tampoco una famosa duquesa inglesa, mucho menos una bella dama francesa, ni siquiera una modelo italiana. Solo quiero sentarme en el césped del campo mirando hacia el infinito y saber que la persona con la que estoy no necesita nada más para ser feliz. 

Solo quiero una mujer a quien amar y besar, una mujer para ser feliz.